“¿Por qué se
sublevan las naciones, y en vano conspiran los pueblos?”. Salmo 2:1 NVI
La historia nos
muestra con claras evidencias que, en la inmensa mayoría de los casos, las
naciones (esto es: la gente) llegan a sublevarse contra las autoridades
constituidas a partir de cuestiones relacionadas con la injusticia,
esencialmente la de carácter social y material.
Ya de un modo más
organizado y más solapado, pero tomando como argumento esto que hemos
mencionado, suele existir conspiraciones que llevan a cambios gubernamentales
no siempre democráticos o aprobados por todos.
Por eso que resultan muy llamativas las sublevaciones y conspiraciones que se producen dentro de la iglesia del señor, ya que si hay un ámbito (o al menos debería haberlo) donde las injusticias no son posibles, es dentro de ella.
Amén.
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