“Los sabios son dignos de honra, pero los necios sólo merecen deshonra”. Proverbios 3:35 NVI
Es increíble cómo la gente se deja llevar por los designios del mundo
llamando a lo bueno, malo y a lo malo, bueno.
A diario vemos como personas que son capaces de decir las estupideces
más grandes que un ser humano puede decir son reverenciadas y consideradas como
equivalentes o superiores a los verdaderos héroes de la historia universal.
Cualquier palabra que salga de su boca por descabellada y ridícula que
sea es tomada como una profunda verdad y de inmediato se inventa un falso
razonamiento para justificar el honor que se le rinde al necio.
Como cualquier ser humano el necio responde a un sistema de estímulos y
recompensas.
Mientras se le honre por decir y hacer las locuras que se le ocurren
seguirá buscando nuevas formas de demostrar su necedad.
Para ellos no habrá reposo sino ira.
Para ellos sólo habrá fuego y destrucción.
Anclemos, nuestros pensamientos y razonamientos en las sólidas y
permanentes verdades que nos enseña la palabra de Dios.
De esa manera no podremos ser engañados por el mundo y sus charlatanes
que sólo buscan su propio enaltecimiento.
La lectura constante de la palabra de Dios nos dará el discernimiento
necesario y suficiente para que podamos detectar al necio y así poder
apartarnos de él y de sus necedades.
Amén.
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