“La sabiduría te librará… de los que se complacen en
hacer lo malo y festejan la perversidad, de los que andan por caminos torcidos
y por sendas extraviadas”. Proverbios 2:14, 15 NVI
El camino de los malvados está trazado muy cerca del
camino de los justos pero conduce a un destino muy diferente.
Su cercanía con el camino de la verdad permite que sea
fácil que en ocasiones quienes andan por el sendero de los justos se confundan,
se olviden de su meta y se desvíen hacia la senda de la perversidad.
Afortunadamente para los hijos de Dios la vereda de la
maldad tiene unas condiciones que cuando se analizan bajo la sabiduría que Dios
ha concedido permiten que el extraviado se dé cuenta de su error y se regrese
prontamente al camino que le corresponde como hijo de Dios.
La sabiduría que Dios nos da por medio de su confiable
palabra nos sirve de guía y tutor para que mantengamos el rumbo sin desviarnos.
También nos libra de caer en las trampas y fosas que
se encuentran a granel en la vía de la perdición.
Analicemos constantemente la salud de nuestra relación
con Dios y preguntémonos qué nos falta hacer para acercarnos más a nuestro
Padre celestial.
Una sólida relación con nuestro Señor Jesucristo nos
mantendrá apegados a él y centrados en el trayecto que Dios ha preparado para
nosotros desde antes de la creación del universo.
Busca a la sabiduría como quien busca un tesoro
escondido, esto te llevará a comprender los que significa el temor del Señor y
profundizará tu conocimiento de Dios.
Poseyéndola, estaremos protegidos en todo momento de
las tentaciones y confusiones que pudieran hacernos desviar hacia el camino de
las sombras.
Lee siempre la palabra de Dios.
Amén.
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